lunes, 3 de junio de 2013
20:25
Dolor
en el pubis, causa, prevención y tratamiento de fisioterapia.
"La pubalgia afecta sobre todo a quienes practican
fútbol y atletismo porque desarrollan de forma notable los músculos de las
extremidades inferiores, y menos los abdominales".

El desarrollo desequilibrado de la musculatura puede pasar factura.
Una de las consecuencias posibles es la pubalgia o dolor en el pubis. Los
principales afectados por este problema físico son los deportistas aficionados, sobre todo, quienes practican fútbol
y atletismo, ya que desarrollan de forma notable los músculos de las
extremidades inferiores y no tanto los abdominales. Por fortuna, esta
descompensación es prevenible. Podemos potenciar la musculatura abdominal y
hacer estiramientos de la musculatura acortada. Y si el problema se cronifica,
se puede corregirse en el quirófano.
La causa: el desequilibrio muscular
Tienen más riesgo las personas de poca estatura, con una
musculatura vigorosa y unas extremidades inferiores muy potentes
También conocida como osteopatía dinámica del pubis o síndrome
del aductor en la parte anterior de la pelvis, la pubalgia se desarrolla por
una descompensación de la musculatura a consecuencia de la práctica deportiva
que refuerza el trabajo con las extremidades inferiores, de forma que los
muslos y las piernas son muy potentes y fuertes, mientras que la musculatura
abdominal, en ocasiones, queda fláccida. Los músculos abdominales, que
comienzan en el tórax, y los aductores, que cumplen una función estática y que
forman el contenido del muslo, se insertan en el pubis. Una descompensación
muscular entre la parte superior del tronco y la parte inferior genera dolor en
la zona de la pelvis, informa Aragón.
Los músculos abdominales son fásicos o dinámicos y, ante una
lesión o inactividad, tienden a la hipotonía y debilidad. Mientras, los
aductores son músculos tónicos o estáticos que, con patología o inacción,
tienden a la hipertonía y retracción. Esto significa que "el reposo no
está indicado en la pubalgia, sino que se debe realizar un descanso activo,
porque si no, la flacidez de unos y la retracción de otros se acentúa y agrava
el cuadro", añade el especialista.
De la prevención al tratamiento. La fisioterapia
Para prevenir este problema, los preparadores físicos, sea de
fútbol o de cualquier deporte en equipo en el que se ejecuten saltos con
recepción -voleibol, balonmano o baloncesto-, han de procurar planes de
desarrollo armonioso de la musculatura. Primero deberían fijarse en el biotipo
del deportista, ya que las personas de poca estatura, con una
musculatura vigorosa y unas extremidades inferiores muy potentes podrían tener
más riesgo de sufrirla.
Tras estudiar la estructura de cada jugador, se debería aplicar
un programa de ejercicios con pautas de estiramientos adecuadas a cada uno, a fin de evitar que la musculatura
se descompense durante la práctica deportiva, explica Aragón. Este traumatólogo
recalca que se deberían hacer esfuerzos para que las pistas donde se practiquen
los deportes que entrañan más riesgo sean idóneas, puesto que las superficies
duras, embarradas y con irregularidades favorecen la lesión.
Con fisioterapia también
se puede prevenir la pubalgia. Según precisa Puig, en este caso, los objetivos
del tratamiento son los mismos tanto para prevención, como para tratamiento
conservador o posquirúrgico (después del período de cicatrización),
"siempre según el momento y el estado del deportista". Esta terapia
consiste en realizar un trabajo dinámico y cardiovascular, tonificar la
musculatura abdominal y trabajar la flexibilización y estiramiento de la
musculatura aductora, entre otros.
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